Incluso en la pandemia, es posible seguir desarrollándose. Muchos padres están aprovechando el tiempo libre de sus hijos para que ellos empiecen a estudiar una nueva lengua o adquirir más conocimientos en matemáticas o lengua materna. Paz Welsk, de 5 años recién cumplidos, desde hace 5 meses cursa Kumon en Lengua e Inglés, y hace sólo algunas semanas empezó con Matemáticas en la Unidad Nordelta, de la orientadora Ana María Borrell. En tan poco tiempo, su madre, Julieta, dice que el avance de su hija es muy bueno.
“El mayor avance que vi en Paz fue en lectura, se alfabetizó con Kumon en pocos meses. Por su edad, a veces cuesta que deje de jugar para hacer sus tareas, pero para ello es fundamental nuestro acompañamiento como padres.” Julieta Sarubbi, madre de alumna de Kumon.
Julieta afirma que la lectura siempre fue incentivada en casa, desde que Paz era pequeña. La niña siempre se duerme escuchando cuentos, pero, ahora que aprendió a leer, está tomando la iniciativa de tomar un libro e intentar leerlo ella misma.
Además de las historias en los libros, Paz también lee carteles que ve desde el auto, frascos de alimentos que hay en la mesa y algunas palabras que ve en la televisión. Su madre cuenta que ella también ya escribe sola el nombre de algún dibujo que desea ver. Según Julieta, el avance de Paz en Inglés también es muy bueno. La alumna logra aplicar las palabras al uso diario, para reforzar la memoria.
Como empezó en Kumon durante la pandemia, todo el proceso de alfabetización de Paz fue realizado con atención online. La madre dice que la media hora que Paz se reúne por Teams con la orientadora mejora su actitud hacia Kumon, ya que, al estudiar con los padres, Paz da más vueltas, pone excusas y demora más tiempo para hacer las tareas.
A pesar de las rutinas y obligaciones con los estudios, Paz continúa siendo una niña sin problemas actitudinales. La madre cree que Kumon es una herramienta más para el desarrollo de su hija, y considera que es muy recomendable por los beneficios que otorga.